SOBRE LA MASACRE DE PUENTE PUEYRREDON :
«Nosotros conocíamos desde hace veinte días que iba a suceder una cosa de estas características, porque nos habían hecho los comentarios y sabíamos que se organizaba para el día 22 y 23 en el Estadio Gatica en Villa Domínico una asamblea de piqueteros en la que se iban a discutir los cursos a seguir. En esa asamblea se habló de lucha armada, en esa asamblea se decidió lo que ellos llaman un plan de lucha, que no es otra cosa que un cronograma de hostilidades» (Aníbal Fernandez en 2002 sobre el caso Kosteki y Santillán )
SOBRE EL CASO FERREYRA:
“No estaba la policía ahí .La policía no podía acceder, no pueden acceder móviles y si hubiera estado la hubieran acusado de provocadora. En ningún momento estuvo la policía en ese lugar. Eran grupos que estaban separados y no eran confrontativos entre si .No había ninguna razón para que estuviera ahí la policía”.(21/10/2010) Declaraciones del día posterior a la muerte de Mariano Ferreira, hoy hay siete agentes de la federal a los que se le endilga haber liberado la zona el día del crimen.
SOBRE JULIO LÓPEZ dijo que podía tratarse de “un viejito extraviado”, que lo “busquen en la casa de la tía”
SOBRE EL PROYECTO X:
Denunciado por Verbitsky como “iniciador”
«Mientras el ex ministro Aníbal Fernández negaba la existencia del Protocolo X (que se puso en funcionamiento durante su gestión, en 2005) Garré revisó con el secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Interior, Miguel Angel Bermejo, el cumplimiento del protocolo de actuación de fuerzas de seguridad y policiales en manifestaciones públicas»
(Horacio Verbitsky Página/ 12 19 -2- 2012 )
LAS BALAS CON PUNTA HUECA:
Las balas con punta hueca también son de Aníbal: La resolución permite a cuerpos civiles como la policía el uso de balas que están prohibidas incluso en tiempos de guerra por las Naciones Unidas.
El 4 de julio Aníbal Fernández firmó una resolución inexplicable, sobre todo a la luz de su triple condición de ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Se trata de la resolución 1.770/08, que permite a ciertos cuerpos especiales de la Policía Federal la utilización de proyectiles expansivos, más conocidos como de “punta hueca”. Esa bala, de altísimo poder de daño y letalidad, ha sido condenada y prohibida por la Declaración de La Haya y la Convención de Ginebra. Los fundamentos utilizados por Fernández son idénticos a los que esgrimió en su momento el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, héroe del falso ingeniero Juan Carlos Blumberg. Desde el 7 de julio de 2008, día de la publicación de la norma en el Boletín Oficial, la temible “dum-dum” ya es legal entre nosotros.
El texto de la resolución 1.770 autoriza el uso del proyectil expansivo “a las Unidades Especiales de la División Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF), del Grupo Especial 1-GE 1 y al personal de la fuerza que presta servicios de custodia”. En sus considerandos sostiene que “la munición del proyectil expansivo tiene la capacidad de inhibir eficazmente, con la menor reacción, el poder ofensivo de un eventual agresor”. Y agrega, entre sus bondades, que “disminuye, asimismo, la velocidad y los eventuales rebotes en superficies duras, lo que contribuye a salvaguardar la integridad física de los ciudadanos que se hallaren en los recintos o áreas circundantes al lugar del enfrentamiento armado. Que la munición de proyectil expansivo fue concebida para el empleo específico por parte de fuerzas de seguridad y policiales de un importante número de países del mundo, en especial cuando desempeñaren tareas en grupos tácticos de recuperación de objetivos donde se encuentren involucrados rehenes, o tareas de custodias especiales”.
Lo que el lenguaje burocrático y neutro de la administración encubre es que lo que se privilegia en el “proyectil expansivo” (“dum-dum”, así llamada porque se utilizó por primera vez en un enclave militar inglés cercano a Calcuta) es su formidable “poder de parada”, su stop power, eso que el habla cotidiana designa como “dejar seco”. No es para menos: el proyectil expansivo –o de punta hueca– al impactar en el blanco no atraviesa de lado a lado (en sedal) el cuerpo del “eventual agresor” sino que se abre dentro de él causando una carnicería. En la descripción de los expertos, “la bala se deforma expandiéndose dentro del blanco y cediéndole toda su energía”. Está claro: al no atravesar los cuerpos y abrirse con el impacto, no habrá dos bajas ocasionadas por un mismo proyectil ni rebotes contra superficies duras.
La norma dictada por Fernández se basa en un puñado de argumentos tomados de los que enarboló la policía neoyorquina para justificar la utilización de las “dum-dum”. El proyecto auspiciado por Rudy Giuliani levantó tantas protestas que quedó por un buen tiempo en agua de borrajas. Sus partidarios, entre ellos Howard Safir, jefe de la policía de Nueva York, sostenían que las balas de punta hueca formaban parte del arsenal de cuerpos como el FBI, la CIA y policías de otros estados de la Unión y que son “de uso estándar” por parte de fuerzas de seguridad de “varios países”. Safir no especificó cuáles eran los países en los que ese tipo de bala es “estándar”. Tampoco lo hace el Ministerio de Seguridad al referirse vagamente a “un importante número de países del mundo
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