Historia Política, Imperialismo y Guerra Permanente, Palestina, Politica, Solidaridad

EL COLONIALISMO SIONISTA Y LA INVENCIÓN DEL «PUEBLO» JUDÍO: SHLOMO SAND (+video)

 

El mito del «pueblo» judío: Shlomo Sand
http://www.palestinalibre.org/

por Mikel Arizaleta

 

 

Fue el artículo de Gilad Atzmon El mito del judío errante, lo que me condujo al libro When and How the Jewish People Was Invented de este historiador judío, profesor de la Universidad de Tel Aviv: Cúando y quién se inventó el pueblo judío. A juicio de Gilad:

“se trata del estudio más serio jamás publicado sobre el nacionalismo judío y, de lejos, el análisis más valiente del discurso histórico judío”.

Dice Atzmon que es un hecho establecido que entre el siglo I y principios del XIX no se escribió ningún texto histórico judío. Fue en 1820 cuando el historiador judío alemán Isaak Markus Jost publicó la primera obra histórica seria sobre los judíos, The History of the Israelites, iniciando su recorrido en el reino de Judea y obviando los tiempos bíblicos.

“Se dio cuenta de que los judíos de su tiempo no formaban una continuidad étnica”.

Pero sería en la tarde del siglo XIX (1853-1876) cuando el hijo de un matarife judío, el doctor prusiano de filosofía Heinrich Graetz, escribiera los once tomos de la “Historia de los judíos desde los inicios a nuestros días”. La historia de los judíos de este historiador y teólogo se convirtió en una obra fundamental de historia del XIX, siendo traducida a seis idiomas. Para él la historia judía no era una mera historia religiosa sino que se encuadraba en un contexto suprareligioso con especial reflejo en la ética, a su encuadre le dotó de sabor nacional. Los acontecimientos de la historia judía Graetz tiño de un nuevo colorido. Así por ejemplo los hasmoneos, los macabeos -quienes realmente lucharon por la libertad de la religión judía- en sus libros aparecen como “gente con conciencia nacional, amantes de su patria”, transfiriendo la idea moderna de estado nacional de los siglos XVIII y XIX a épocas muy de otros tiempos. Graetz a través de su obra se convirtió en un precursor del sionismo.

La decisión en los años treinta de la Universidad hebrea de separar la “historia judía” de la “historia general” en dos departamentos distintos fue algo más que un asunto de conveniencia, se quería inculcar en los estudiantes universitarios judíos que la “condición y psiqué judías era algo único” que debía estudiarse por separado. Sand dirá que en los departamentos de Estudios judíos:

“el investigador está disperso entre lo mitológico y lo científico, manteniendo el mito la supremacía”.

La nacionalización de la Biblia estaba ahí para implantar en los jóvenes la idea de que los nuevos judíos -los israelíes- son los descendientes directos de sus grandes antepasados antiguos. Y teniendo en cuenta que la nacionalización era un movimiento ampliamente laico se extirpó el significado espiritual y religioso de la Biblia, pasando ésta a ser considerada como un texto histórico, que describía una cadena real de acontecimientos del pasado. “A la luz de sus heroicos antepasados los judíos aprendieron a amarse a sí mismos tanto como odian a los demás, pero esta vez poseían la capacidad militar de infligir dolor real a sus vecinos… Ahora en vez de una entidad sobrenatural -es decir Dios- quien les ordena invadir un territorio, llevar a cabo un genocidio y robar la tierra prometida a sus habitantes autóctonos en su renacido proyecto nacional serán ellos mismos, Herzl, Jabotinski, Weitzman, Ben Gurion, Peres, Barak… quienes deciden expulsar, destruir y matar. En vez de Dios son los nuevos judíos, los israelíes, quienes matan en nombre del pueblo judío y lo hacen siguiendo las órdenes que se les da en la lengua recién restaurada de sus antepasados.

En el afán por resucitar a Jerusalén se acudió a la arqueología, buscando en ella una base científica necesaria para apuntalar el epos sionista; la arqueología tenía ahora una función nacional.

“Pero conforme la investigación arqueológica se fue independizando del dogma sionista la embarazosa verdad salió a la luz. Era imposible demostrar la veracidad del relato bíblico con hechos forenses. De hecho la arqueología refuta la historicidad del argumento bíblico. Las excavaciones revelaron este incómodo hecho. La Biblia es un compendio de innovadora literatura de ficción”.

La Biblia es un relato de ficción y no existe base alguna sobre la que pueda apuntalarse en ningún momento cualquier gloriosa existencia del pueblo hebreo en Palestina.

¿Quiénes son los judíos, de dónde vinieron?, se pregunta Shlomo Sand, y responde:

“Aun que la mayoría de los judíos contemporáneos están totalmente convencidos de que sus antepasados son los israelitas bíblicos, que fueron brutalmente exialiados por los romanos, es preciso decir la verdad. Los judíos contemporáneos no tienen nada que ver con los antiguos israelitas, que por lo demás nunca fueron enviados al exilio porque dicha expulsión nunca tuvo lugar. El exilio romano es otro mito judío”.

Los romanos no exiliaron gente y de quererlo no podrían haberlo hecho porque no tenían medios.

“Mi libro nació, dice Sand, de una constatación: de la certeza de que la sociedad judaica no fue ni dispersada ni exiliada”.

De lo que se deduce un resultado lógico: si el pueblo de Israel no fue expulsado entonces los verdaderos descendientes de los habitantes del reino de Judá son los palestinos actuales. Y si los palestinos son los auténticos judíos ¿quiénes son esos que insisten en llamarse a sí mismos judíos? Y la respuesta:

“El pueblo no se diseminó, fue la religión judía la que se diseminó. El judaísmo es una religión de conversos. El judaísmo inicial adoraba convertir a los demás.”

Tras la victoria de la cristiandad en el siglo IV la tendencia a la conversión al judaísmo se detuvo en el mundo cristiano y hubo un descenso importante en el número de judíos. Es probable que muchos de los judíos del entorno mediterráneo se convirtieran en cristianos. Pero entonces el judaísmo empezó a permear otras regiones paganas como el Yemen y África del Norte.

El profesor Sand nos deja la conclusión clara de que:

“los judíos contemporáneos -los israelíes- no tienen un origen común y su origen semita es un mito, son conversos de otros latitudes y regiones. Y los judíos de España serían en su mayor parte bereberes convertidos. Comparte la tesis de que los kazarios judaizados constituyeron los principales orígenes de las comunidades judías de la Europa del Este, que él denomina la Nación Yiddish.

Los nuevos judíos, los retornados a Israel, los judíos israelíes de ningún modo son originarios palestinos y, por tanto, su denominado “retorno” a “su tierra prometida” debe considerarse como una invasión ejecutada por un clan ideológico tribal”.

La explicación histórica de Shlomo Sand sobre la historia judía es tan cautivadora, y posiblemente tan veraz, como la desmitologización del dios bíblico y su libro, tarea llevada a cabo en teología por exegetas científicos de los siglos XIX y XX, amantes de la verdad. El libro de Shlomo Sand merece leerse.

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Shlomo Sand: «El pueblo judío es una invención»

publico.es
ENTREVISTA
«El pueblo judío es una invención»
EUGENIO GARCÍA GASCÓN

 

Máster en Culturas Árabe y Hebrea Al-Andalus y Mundo Árabe actual. El historiador israelí Shlomo Sand cuestiona varios de los mitos oficiales del sionismo en su libro Cuándo y cómo se inventó el pueblo judío.

Las tesis que defiende Shlomo Sand han mantenido a su libro en las listas de los más vendidos durante un mes.

Shlomo Sand, profesor de Historia de Europa en la Universidad de Tel Aviv, acaba de publicar «Cuándo y cómo se inventó el pueblo judío», donde cuestiona algunos principios de la historia sionista oficial.

El libro se ha mantenido cuatro semanas en la lista de los más vendidos en Israel, algo que Sand no acaba de entender. A cambio ha tenido [que] pagar el peaje de recibir anónimos donde se le amenaza e insulta, llamándole kelev natzi masria (perro nazi apestoso) y otras lindezas. Sin embargo, no parece muy preocupado. El libro contiene dos tesis que en el pasado tuvieron cierto predicamento, también entre historiadores sionistas, pero que hoy han sido archivadas: que los actuales judíos provienen de pueblos paganos que se convirtieron al judaísmo lejos de Palestina, y por lo tanto no descienden de los antiguos judíos, y que los palestinos árabes son los únicos descendientes de los antiguos judíos.

Decir que el pueblo judío es una invención del siglo XIX parece una provocación.

A finales del XVIII y principios del XIX surgió el nacionalismo, y en la segunda parte del XIX se cimentó la idea del nacionalismo judío. Los franceses sabían que su pueblo existía desde los galos, los alemanes sabían que su pueblo existía desde los teutones, y los judíos empezaron a pensar que eran un pueblo desde el segundo Templo.

Y en su opinión eso no es correcto.

Sostengo que eso es una «invención», de la misma manera que no creo que hubiera un pueblo francés hace 250 años. La mayoría que vivía en el reino francés no sabían que eran franceses, incluso no lo sabían en la primera mitad del siglo XIX.

Sin embargo, los judíos siempre han tenido una identidad.

No creo que haya habido un pueblo judío hasta recientemente. Incluso le diré que ni siquiera pienso que hoy haya un pueblo judío.

¿Por qué?

La Biblia no es un libro histórico, es un libro de teología. Fueron los protestantes, y luego los judíos, los que convirtieron la Biblia en un libro de historia.

¿El pueblo judío es una invención cristiana?

Así es. Pongamos por ejemplo el supuesto exilio judío. El exilio nunca existió. Cuando los romanos destruyeron el Templo en el año 70 de la era cristiana, no expulsaron a los judíos por la fuerza. Los romanos nunca exiliaron a pueblos, algo que sí hicieron los asirios y los babilonios con algunas elites.

¿Cuándo empezó entonces esa versión de la historia?

La historia sionista tomó un mito cristiano del mártir Justino, que fue el primero que dijo, en el siglo III, que Dios había castigado a los judíos con el exilio porque no aceptaron a Jesús. Esa es la primera vez que afirma que los judíos fueron deportados.

Entonces, no hubo deportación…

Es cierto que los romanos no permitieron a los judíos que vivieran en Jerusalén, pero los cristianos crearon la fantasía de que no se les permitió vivir en toda Judea. La raíz del mito del exilio judío es cristiana. Nunca hubo exilio. No hay ningún libro científico que lo diga. En los billetes de 50 shekels se dice que Tito deportó a los judíos, pero es un mito.

Esto va en contra de lo que se dice comúnmente.

Así es, aunque ahora hay historiadores que dicen «Bueno, no hubo exilio pero sí que hubo emigración». Lo cierto es que como los griegos y los fenicios, los judíos viajaron por el Mediterráneo…

¿Acaso no es cierto? En España ya había judíos en aquella época.

Antes de Jesucristo había en Palestina entre medio millón y un millón de judíos. La inmensa mayoría, un noventa por ciento, o quizás un noventa y cinco por ciento, eran campesinos. Los judíos no eran como los fenicios o los griegos, no viajaban tanto como ellos por el mar. La proporción de los que salieron es infinitamente muy pequeña.

¿Incluso después de la destrucción del Templo en el año 70?

Incluso entonces. Lo que ocurrió antes del 70, en el periodo que va de los Macabeos a Adriano, es que el judaísmo comenzó a dispersarse. Atención, el judaísmo fue el que se dispersó, no los judíos. Es cierto que salieron comerciantes y soldados que llevaron consigo la idea monoteísta, pero no fueron muchos. Los Macabeos conquistaron Edom y obligaron por la fuerza a sus habitantes a convertirse al judaísmo. Lo mismo ocurrió en Galilea. Desde el siglo II antes de Cristo hasta el siglo II después de Cristo, el judaísmo fue el primer monoteísmo proselitista.

¿Ocurrió lo mismo en la diáspora?

En el Mediterráneo, a finales del siglo I después de Cristo había cuatro millones de creyentes judíos. Es en ese periodo proselitista cuando el judaísmo se proyecta en el Mediterráneo.

¿Quiere decir que la mayoría de los judíos del Mediterráneo no venían de Palestina?

Efectivamente, la inmensa mayoría no venían de Palestina. Eran conversos. Desde la época de Adriano, en el siglo II, se experimentó una caída drástica del número de judíos porque muchos se convirtieron al cristianismo. De cuatro millones de creyentes judíos se bajó a un millón.

¿Se convirtieron al cristianismo?

Y lo que voy a decir ahora está relacionado con España. A principios del siglo IV se produce la victoria del cristianismo con Constantino y decrece el número de judíos. El judaísmo prevalece sobre todo en Palestina, en Babilonia y en el norte de África. En el norte de África, en el siglo VII, cuando llega el islam, quienes luchan contra el islam son los judíos. Hay una reina judía bereber, Dahia Kahina, que luchó contra los musulmanes. El historiador árabe Ibn Jaldun menciona que en la zona había tribus judías muy populosas. La reina Kahina murió luchando contra los musulmanes en 694. Tariq ibn Ziyad, el conquistador de España en 711, era bereber. Hay muchos testimonios cristianos antiguos que dicen que los conquistadores eran judíos y musulmanes. Muchos judíos se sumaron al ejército musulmán porque padecieron mucho durante los reinos visigodos.

¿Sólo entonces entran los judíos en España de forma masiva?

Me he preguntado a menudo por qué había tantos judíos en España y no en Francia o Italia, por qué había tantos judíos en el lugar geográficamente más alejado de Palestina. Es obvio que hubo algunos soldados y comerciantes que se convirtieron, como en Francia o Italia. Pero, ¿por qué de repente hay tantos judíos en España? Creo que la respuesta se ha de buscar en la conquista bereber de judíos y musulmanes. El conquistador Tariq ibn Ziyad pertenecía a la tribu Nafusa, la misma tribu de la reina Kahina. Si en 711 Tariq ocupó un puesto tan destacado, es muy posible que en 694 fuera un soldado en el ejército judío de Kahina. No puede ser de otra manera. Con gran seguridad Tariq era un judío que se convirtió al islam. Si se leen los testimonios antiguos, se ve que los cristianos acusan conjuntamente a los musulmanes y a los judíos de la conquista de España. Creo que es por eso por lo que el número de judíos en España es tan superior al número de judíos en Francia o Italia.

Entonces, ¿la mayoría de los judíos españoles provenían de los judíos bereberes conversos?

En efecto. Pondré otro ejemplo, el de los judíos de Yemen. También hubo un reino judío en Yemen durante 120 años, a finales del siglo V y principios del VI, una tribu que se había convertido al judaísmo.

Usted menciona también el reino de los jázaros, un pueblo originario de Asia central, que se convirtió al judaísmo.

Con los jázaros ocurre exactamente lo mismo: es el judaísmo, y no los judíos, el que se expande. La masa demográfica más numerosa es la de los jázaros. Es curioso que el sionismo reconoce la importancia de los jázaros hasta 1967, y después deja de ser una tesis legítima.

¿De los jázaros provienen los judíos ashkenazis de Europa?

Así es. Los mongoles expulsaron a los jázaros hacia Europa. No puede ser que los judíos de Polonia vengan de Alemania, porque en Alemania, en los siglos XII y XIII, apenas había unos cientos de judíos, y de ahí no se puede pasar de la noche a la mañana a tres millones de judíos en Polonia, es sencillamente imposible. Los judíos de Polonia, y de otros países de Europa oriental, sólo pueden venir de los jázaros. Todavía en 1961 hay un prestigioso historiador israelí que afirma que los jázaros son los antepasados de los judíos de Europa oriental. Entonces aún se aceptaba que no provenían de Alemania.

Su teoría es que la inmensa mayoría de los judíos de hoy no provienen de Palestina sino de otros pueblos que se convirtieron al judaísmo.

Así es. Pero hay otra cuestión importante: Si no hubo exilio en Palestina, si los romanos no expulsaron a los judíos, ¿qué les ocurrió a los judíos de Palestina? Hay muchos historiadores israelíes, incluidos Yitzhak ben Zvi, el segundo presidente de Israel, o David ben Gurion, que hasta 1929 afirman que los palestinos árabes son los verdaderos descendientes de los judíos. Esta tesis que sostuvieron los mayores sionistas se murió en 1929. Todavía en 1918 Ben Zvi y Ben Gurion escribieron juntos un libro donde se afirma que los palestinos son los auténticos descendientes de los judíos. Sin embargo, decir esto hoy es causa de escándalo.

El sionismo no lo acepta.

Es necesario comprender que hay dos versiones del nacionalismo, una del río Rin hacia Occidente y otra del Rin hacia Oriente. En todas partes se inicia el nacionalismo como un fenómeno racista etnocéntrico, pero en Occidente deriva hacia un movimiento político civil. En cambio, al Oriente del Rin prevalece su carácter etnocéntrico. En las dos partes hay racismo. En Francia, si tienes la nacionalidad francesa eres francés, gracias a los valores republicanos. Pero en Alemania, incluso aunque tengas la nacionalidad no eres necesariamente alemán. En Polonia, desde 1919, si no eres católico no eres polaco. El sionismo nació entre Alemania y Polonia y por eso recibió una forma medio alemana y medio polaca.

Pero un judío es el hijo de una madre judía.

Sí según la ley religiosa, pero para el sionismo el judaísmo es pueblo y nación. No se puede entrar pero tampoco se puede salir. Sólo se puede entrar si te conviertes religiosamente. El sionismo no era religioso pero utilizó la religión porque no disponía de otros instrumentos para delimitar el judaísmo. Mi tesis es que el sionismo asumió los componentes etno-religiosos de los polacos y etno-biológicos de los alemanes y creó una especie de nacionalismo cerrado, que no es político ni civil como fueron los nacionalismos occidentales.

¿Y cuál es su pronóstico de cara al futuro?

Al día de hoy el sionismo conserva su carácter etnoreligioso y creo que eso destruirá el Estado de Israel.

¿Por qué?

El Estado de Israel dice que es el Estado del pueblo judío y que es un Estado democrático y judío, y eso es un oxímoron, una contradicción. Un Estado democrático pertenece a todos sus ciudadanos. Una cuarta parte de los ciudadanos de Israel no son judíos, pero el Estado dice que pertenece sólo a los judíos. Hay leyes que dicen que el Estado es judío, y que el Estado no está abierto a los demás. El sionismo no reconoce a los «israelíes» no judíos y esto no puede continuar. Incluso si Israel sale de los territorios ocupados no habrá calma. Los árabes están viviendo en un Estado que dice que no es de ellos, en cuyo himno nacional se habla del «espíritu judío». ¿Cuánto tiempo puede durar esta situación?

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Gaza: el enorme cinismo del sioimperialismo y sus aliados

Ernesto Gómez Abascal

Buena parte del mundo está indignada por el genocidio que realiza el gobierno israelí en Gaza, y otra parte es cómplice de éste y se muestra indiferente, debido a la propaganda canalla de los grandes medios de prensa occidentales que durante muchos años han persistido en hacer ver a los palestinos como terroristas y a los judíos como víctimas. La esencia del conflicto, según se plantea, reside en torno al derecho a la tierra, que los sionistas se atribuyen basados en tres básicas mentiras:

Textos del Antiguo Testamento de la Biblia. El supuesto otorgamiento de ésta por Jhwh, devenido posteriormente en Yahvé o Jehová, una deidad poco importante del panteón cananeo y equivalente a dios, cuando mucho después, posiblemente siglos, escribas encargados por diferentes reyezuelos, redactaron los libros del Antiguo Testamento de la Biblia, según versiones interesadas y trasmitidas verbalmente. Según ellos, Jehová les encomendó ocupar la tierra de Canaán y expulsar de ella a sus habitantes. En algunos de estos textos, se puede leer: “Subió Josué y todo Israel con él, de Eglón a Hebrón y combatiéronla (…) todo lo que tenía vida mató, al modo que Jehová, Dios de Israel, lo había mandado”. (Josué, Capítulo 10, Versículo 30-40). “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Él te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra”.(Deuteronomio, Cap. 7, Versículo 6). Y así, hay varias citas en el Antiguo Testamento, donde se otorga esa condición especial al pueblo judío y se le ordena la expulsión y matanza, sin compasión, de los habitantes de Palestina, entonces Canaán.

-La Declaración Balfour, emitida por el Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña en 1917, otorgándole el derecho a los judíos a constituir un “Hogar Nacional” en Palestina, acción completamente ilegal, pues el gobierno británico no podía ceder una tierra que no le pertenecía y sobre lo cual tampoco se había consultado a sus históricos habitantes.

-La resolución 181 de la Asamblea General de la ONU, aprobada en 1947, que dividió a Palestina en dos estados, uno judío y otro palestino, tomando como antecedente “legal”, la anteriormente mencionada Declaración Balfour. Los palestinos, que se habían mantenido viviendo en su tierra de forma permanente durante siglos, nunca fueron consultados. Sin embargo, judíos de cualquier rincón del mundo, que solo tenían en común la práctica de una religión, obtuvieron el derecho de emigrar a Palestina y ocupar sus tierras, prácticamente de la misma forma terrorista, que se narra en el libro de Josué.

Esta última ocupación, ocurrida fundamentalmente a partir de los años 30 del pasado siglo y que dura hasta nuestros días, se ha ejecutado según consta en diferentes documentos, por intereses colonialistas británicos y estadounidenses, quienes convinieron en implantar en el corazón del mundo árabe y musulmán, un enclave que promoviera la división y sirviera de base a sus objetivos expansionistas y hegemónicos.

No puedo menos que recordar las citas bíblicas mencionadas anteriormente, para tratar de comprender, sin lograrlo, la actitud de los que llevan ahora la muerte indiscriminada a los habitantes de Gaza; para tratar de entender el pensamiento de la diputada israelita que llamó a matar a las madres palestinas para que no engendren más niños; para comprender, sin lograrlo, el pensamiento de un piloto que dispara sus cohetes contra un grupo de niños que jugaban futbol en una playa de Gaza, o el de aquellos que bombardean sin piedad, refugios, escuelas u hospitales. ¿Qué habrá en la mente de aquel grupo de sionistas que mostró la televisión, quienes desde una colina aplaudían y alentaban a los artilleros y tanquistas, cuando disparaban para masacrar a la población de Gaza? Se afirma que más del 90% de la población israelí apoya la criminal aventura.

Pero no es un problema religioso, aunque algunos fanáticos se empeñen en justificarse tras ello. Es el interés político del colonialismo británico quien creó este engendro diabólico por intereses colonialistas primero, y el empeño imperialista de los círculos de poder en Estados Unidos que ofrece su apoyo incondicional a esta acción genocida. Los sionistas forman parte del poder en el imperio, de ello no debe quedar dudas.

En la última votación de una resolución de condena a Israel en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, EEUU aparecía en rojo como único país en oponerse a tal resolución. No es la primera vez, ha protegido a Israel decenas de veces con su veto en el Consejo de Seguridad para evitar las sanciones, y la gran paradoja, es que este es el único estado creado por una Resolución de la ONU y quien lo admitió como miembro, el 11 de mayo de1949 con la aprobación de otra resolución, la 273, que en sus párrafos finales afirma: “Decide que Israel es un Estado amante de la paz que acepta las obligaciones consignadas en la Carta, está capacitado para cumplir dichas obligaciones y se halla dispuesto a hacerlo; Decide admitir a Israel como Miembro de las Naciones Unidas.”

En este mundo vivimos… !Hasta cuándo! Pero no perdamos la esperanza, como dijo Fidel Castro: “Un mundo mejor es posible” y hay que continuar luchando hasta alcanzarlo. El fascismo, el sionismo y el imperialismo tienen fuerza, pero no tienen futuro.

 

Escritora israelí Nurit Peled: «Israel es la continuación del colonialismo europeo»
NURIT PELED, ESCRITORA Y PROFESORA ISRAELÍ

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Entrevista
Escritora israelí Nurit Peled: «Israel es la continuación del colonialismo europeo»

Por: Alex Anfruns- Público.es | Sábado, 09/08/2014 10:42 AM

Lille, Francia, agosto 9

 

Perdió a su hija, de 14 años, en un atentado suicida que fue asumido por Hamás. Pero ella culpó también a la política de ocupación impuesta en Israel por el Gobierno de Benjamin Netanyahu. Nurit Peled, judía israelí y profesora de Educación en la Universidad de Tel Aviv, es la autora del libro Palestina en los libros de texto israelíes: ideología y propaganda en la educación, en el que devela los mecanismos de adoctrinamiento que operan en el seno de su sociedad.

Algunas organizaciones palestinas definen su situación actual como una ‘Nakba en curso’, oponiéndola a la Nakba de 1948 (en árabe Nakba significa catástrofe), que en realidad nunca terminó. ¿Cómo justifican los israelíes su actitud, 66 años después del nacimiento de su nación?

La justifican incesantemente, diciendo que están impidiendo un mal mayor. Según ellos, es mejor hacer eso que sufrir luego. No es algo típico sólo de Israel, sino que ocurre en todos los países: oprimir al otro siempre es un mal menor. Su pensamiento se puede resumir así: «Es lamentable que tuviesen que morir personas, pero no tuvimos elección».

¿Se trata de algún tipo de visión teológica?

No, para nada. Es completamente política. La escuchamos todo el tiempo. Aquí [en Israel] y en todas partes: en Occidente, en Estados Unidos… Es lamentable, pero es así. «Tenemos que hacerlo para protegernos», ese es el motivo que se suelen esgrimir.

En el área de Belén, a menudo se habla de la agresividad de los colonos hacia los palestinos…

Es una deshumanización completa. Los israelíes, en especial los colonos, tratarían de la misma manera a cualquiera que no fuese judío como ellos.

Por otra parte, al salir de Jerusalén y ver esas bonitas colinas, uno no puede evitar constatar que hay mucha tierra disponible dentro de Israel. Así que, ¿por qué irse a vivir a esas colonias?

Porque el agua, las grandes reservas para toda la región, están allí. Y quieren más tierras porque quieren poder, obtener el control. Pero no es sólo una cuestión de tierras, porque las hay, pero no están interesados en desarrollar nada aquí. La pobreza dentro de Israel es horrible, nadie se ocupa de ella. Y, de hecho, constituye un incentivo para que la gente se vaya a las colonias. Porque allí no pagan nada y lo tienen todo gratis: el transporte, la educación, los negocios, y todo sin impuestos. Es un paraíso para ellos, un verdadero Estado del bienestar. Obtienen todo y con la mejor calidad aunque no produzcan nada.

¿Cuál es la situación de la izquierda israelí?

No queda gran cosa de tal izquierda. Pero la gente hace cosas, hay muchas organizaciones privadas que trabajan a fondo, como Bet’selem, Breaking the Silence, Machsom Wwatch, Women’s Coalition, Yesh Din, Rabinos por los Derechos Humanos… pero son todas privadas, es decir que no están patrocinadas por el Estado; básicamente son las mismas personas. No hay fuerzas políticas, a excepción de un partido. No es algo que sirva para conseguir votos. La situación en Israel no es muy buena, la Economía es un desastre, la pobreza es horrible y hay mucho desempleo, pero la gente no establece una conexión. Nadie lo relaciona con la ocupación y las colonias.

¿Cree usted que no hay muchos israelíes que sean conscientes de la situación?

No. La mayoría no son para nada conscientes. La mayoría de la gente del planeta no quiere saber nada, ya se trate de Israel o de Suecia. Los libros de texto en Suecia, por ejemplo, están reproduciendo la narrativa sionista, y eso es lo que hay. Lo mismo pasa en el resto del mundo.

Comente, por favor, la siguiente cita de Haneen Asharawi, miembro del Consejo Legislativo palestino: «Somos el único pueblo del planeta al que se le exige garantizar la seguridad de su ocupante, mientras que Israel es el único país que llama a defenderse de sus víctimas»

Es la típica inversión de papeles, siempre es así: en Corea, en Turquía, siempre se sigue el mismo patrón. Los (norte) americanos salvándose a sí mismos… ¿de quién? Desde Afganistán a Irak es la misma historia. Tienen que presentar las cosas de esta manera con el fin de conseguir más dinero, municiones, que la gente se una al Ejército, que tengan motivación. Yo no creo que sea algo típico de Israel. Recordemos que los alemanes tenían miedo de los judíos. Esa propaganda no tiene nada de original.

Hace años que circulan informaciones sobre los libros de texto escolares palestinos en los que supuestamente se diaboliza a los judíos. Pero cuando uno los mira de cerca y se da cuenta de dónde proviene ese material, que en realidad se produce en un centro con sede en una colonia —en Efrat—, que se llama «El Centro de Vigilancia sobre el Impacto de la Paz»…

Es horrible, horrible. Esos estudios fueron presentados en el Congreso de los Estados Unidos. Obtuvieron medio millón de dólares por cada uno, y Hillary Clinton contrató al director de esa organización como consejero personal. Son fascistas, y además no tienen nada de académicos, no se dedican para nada a la investigación. En Francia, a esa persona, el profesor Yohanan Manor, se le recibe en todas partes. Cuentan estupideces. En realidad, los palestinos no podrían afirmar tales cosas incluso aunque lo quisieran. Están tan controlados y vigilados, censurados por el Parlamento Europeo, por el Ministerio de la Educación Israelí, por el Ejército israelí, por Dinamarca, por el Banco Mundial que da el dinero, por Japón, que los palestinos no podrían hacerlo, incluso aunque quisiesen ser ofensivos o racistas. Es una mentira, porque ni tan siquiera se les permite escribir sobre su propia nación, su propia Nakba, su propia cultura; ni siquiera se les permite escribir sobre ellos mismos en esos libros.

Pero la mayoría de personas todavía son vulnerables a ese tipo de discurso, especialmente en los países occidentales. Debido a esa inversión de papeles, no saben cuál es la verdad sobre Palestina. Y esos «estudios» hechos en las colonias israelíes básicamente afirman que los palestinos enseñan a sus hijos a odiar a los judíos…

«Los palestinos están tan controlados que, aunque quisiesen, no podrían ser racistas» No les hace falta enseñar nada, cuando uno vive en el campo de refugiados de Aida. De todas formas, no es cierto porque es imposible. Los palestinos no pueden, mientras que los libros de texto escolares israelíes sí que lo hacen. Los libros de texto escolares palestinos están tan restringidos, tan censurados… Es interesante lo que se cuenta en ellos, porque los israelíes ni siquiera son vistos como el enemigo. El enemigo son los británicos, es Europa, porque ellos empezaron el colonialismo, e Israel es muy marginal para ellos, no es más que la continuación del colonialismo europeo. No presentan a Israel como «la gran fuerza», en absoluto. Es Europa. Esto es lo que enseñan : «Ofrecieron una tierra que no les pertenecía a gente que no la merecía, y la tomaron de Palestina». En esos libros, Israel es marginal para ellos.

¿Cómo fue la recepción de su libro, Palestina en los libros de texto israelíes: ideología y propaganda en la educación en el seno de la sociedad israelí?

Los israelíes no lo han leído. Fuera he tenido excelentes críticas, aquí tal vez una, pero no hay el menor impacto, no hay académicos que lo tomen en cuenta, al contrario. Mis colegas no están interesados en absoluto. De hecho hacen lo que pueden para prohibir el libro. Y a mí.

¿Qué piensa de la omnipresencia del discurso religioso en Israel?

Es una manipulación, siempre ha sido así. Los alemanes lo hicieron también y, de modo especial, los españoles. El uso de la religión se explica por su enorme fuerza de persuasión, ya que uno puede usar la religión para lo que sea, para justificar lo mejor y lo peor. No es nada original, pero el sionismo lo aprendió muy bien de sus predecesores.

Parece que los líderes políticos y los grandes medios estén por la labor de presentar cada conflicto en el Oriente Medio desde un punto de vista religioso, y que eso sirva para consolidar sus agendas y la idea del «choque de civilizaciones»…

Sí, porque eso sirve para reclutar al pueblo judío de todo el mundo diciendo que el conjunto de las naciones árabes está en su contra. Y no es verdad, porque los judíos en los países árabes vivían muy bien junto a los musulmanes. Pero todo eso es político; es todo una manipulación. Sucede en Irán, en Arabia Saudí, en India, en Pakistán, en Malasia, o donde quiera que vayas. Ya se trate del islam, o del cristianismo, o del judaísmo, la misma historia se repite. Es un arma excelente, muy eficaz.

Siempre ha sido así en Israel, ¿o antes era una sociedad más secular?

«El sionismo aprendió muy bien de sus predecesores (alemanes y españoles) la fuerza de persuasión que tiene la religión» Era más secular. La vida es dura y la gente acude a la religión, es algo que ocurre en todo el mundo. Cuando la vida es dura, ¿qué pueden hacer? Acuden a la religión. Es un muy buen refugio ante los problemas.

Por otra parte, históricamente también ha habido otro uso de la religión. Especialmente con la Teología de la Liberación en América Latina, donde los curas no se conformaron con los aspectos rituales de la Iglesia, como la misa, sino que querían recuperar el mensaje original de defensa de los pobres, incluso mediante la lucha armada.

Aquí tenemos una organización, Rabinos a favor de los derechos humanos, que son los mejores. Se puede encontrar todo en la religión, es como una herramienta, algo que puede pulir cualquier otra cosa. La laicidad no demostró gran cosa por sí misma, nunca se sostuvo. Tampoco en Rusia: todo el mundo fue a la iglesia el día después de que colapsara la Unión Soviética. La religión es la fuerza, y los políticos la usan, por supuesto. Usan todo lo que quieren. Pero lo que tenemos no es un conflicto religioso, ni siquiera es un conflicto, no hay dos lados iguales. Es una ocupación que continúa eternamente. No hay un verdadero conflicto aquí. Hay la Nakba, un sociocidio, un etnocidio, se le puede llamar como uno quiera, pero no es un conflicto.

«La laicidad no demostró gran cosa por sí misma, nunca se sostuvo, ni siquiera en Rusia […] La religión es la fuerza, y los políticos la usan, por supuesto»

El Estado israelí ha tratado de hacer una ley para reclutar a las personas religiosas, ultraortodoxos, en el Ejército y también ha hecho algo parecido para reclutar a los palestinos cristianos de Israel. Hay esas dos iniciativas simultáneas, que parecen una reacción al gesto de la Autoridad Palestina de eliminar la referencia a la religión de los carnets de identidad…

No van a lograrlo, con los ultraortodoxos nunca se puede ganar. Es, una vez más, una manipulación política, debido a que algunas personas se escandalizan de que no hagan el servicio militar. ¿Y qué? Tampoco trabajan ni pagan impuestos.

¿Hay muchos ultraortodoxos?

No. Todas juntas, las personas religiosas pueden ser el 30%. De ese 30%, tal vez los ultraortodoxos sean el 5%. No es un gran problema, pero quieren utilizar ese tema para marcar un punto: «todo el mundo es igual en derechos y deberes». Bien, pero las personas religiosas no se dejan embaucar. Para ellos, el Estado de Israel es tan malo como cualquier otro régimen, o aún peor, ya que es judío. Cualquier tipo de estado es para ellos un crimen; aquí se tiene que esperar al mesías, no se debe tener un estado laico. De todos modos, ya se trate de uno dominado por romanos, griegos, británicos o sionistas, es lo mismo para ellos; se oponen al régimen de todos modos.

Así que son en realidad bastante antisistema…

Sí, por supuesto, son completamente antisionistas. Tienen lemas: «Ser sionista no es igual a ser judío», «Un judío no es sionista», etc. No es que sientan afiliación alguna con la gente de aquí, sino que sólo toman lo que pueden, se dedican a explotar este régimen. En lo que a ellos respecta, podemos irnos todos al infierno mañana mismo. Así que nadie puede ganarles. Ellos no irán al Ejército, no se preocupen. Algunos lo han hecho, y se vuelven muy crueles. Por eso se los llevan, porque son horriblemente crueles, porque para ellos un árabe es un animal, un sacrilegio, debería estar muerto. Es muy fácil utilizarles para cualquier cosa, como a los colonos.

«En Israel no hay un conflicto. Es un sociocidio, un etnocidio, pero no un conflicto: no hay dos partes iguales» ¿Podría explicarnos cuál es el enfoque mainstream de los israelíes sobre el antisemitismo? ¿Cómo tratan ese tema? Es una sensación extraña, pero parece como si el aumento del antisemitismo en un futuro cercano en Europa, finalmente fuese algo bueno para Israel.

Por supuesto. Es algo muy bueno para ellos. Bueno, ellos lo propagan, lo amplifican enormemente:

«Todo aquel que no es judío es antisemita. Por esa razón, no aplicamos las decisiones internacionales y la ley internacional, porque fueron creadas por no judíos que eran antisemitas». No les importa la ley internacional.

Es un poco raro ver a alguien como Bernard Henry-Lévy dando apoyo a manifestantes de extrema derecha en Ucrania, presentándoles como a luchadores por la libertad, al igual que en Libia…

Son muy racistas, muy antisemitas. Israel también coopera con todo tipo de organizaciones fascistas.

«Los ultraortodoxos que van al Ejército son crueles: para ellos un árabe es un animal. Por eso los llevan, porque es muy fácil utilizarles» También es interesante considerar cuáles fueron las relaciones entre Israel y Sudáfrica…

Sí, claro. Israel dio su apoyo al apartheid, completamente. Dio su apoyo a todos los regímenes tiránicos: en Sudáfrica, Sudamérica, Asia, África… [El dictador ugandés] Idi Amin estuvo aquí para aprender métodos de tortura y se le proporcionó todo lo que quiso. Incluso el Shah de Irán, quien hizo todo lo que estaba a su alcance por Israel. Toda esa gente. Y en Sudamérica, siempre apoyaron a los tiranos. Siempre. Nunca han defendido los derechos humanos.

Lamentablemente hay muchos estados así, no sólo Israel. Básicamente están interesados en vender armas…

Sí, por supuesto. Inglaterra y los Estados Unidos siempre asesinan a los buenos. Incluso en Irak.

«Israel nunca ha defendido los derechos humanos»

Algunos líderes locales de la estrategia de resistencia no violenta, afirman que a través de la no violencia, el Ejército israelí, con toda su maquinaria armamentística, es incapaz de vencerles.

Los palestinos están muy esperanzados, son optimistas, positivos, resisten pese a todo. Pero el Ejército sigue oprimiéndoles: arrestan a los niños por lanzar piedras.

¿Y qué puede hacer la comunidad internacional?

El BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), ante todo. No dejen que los políticos o los militares israelíes vayan a su país. No dejen tocar a los artistas ni jugar a los futbolistas. No compren los productos israelíes. Todas estas cosas asustan mucho a Israel.

 

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