África, Música como bandera, Mirá lo que te digo

Sona Jobarteh & Band – Música de Kora del África Occidental

Sona Jobarteh & Band – Música de Kora del África Occidental

http://www.sonajobarteh.com/

La kora transciende muchas cosas a pesar de que es culturalmente un instrumento muy específico de un lugar. No hay muchas músicas a las que no se pueda incorporar. Me hace sentir plena, cálida y me da mucha emoción“, explica Sona.

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En la cultura griot la poesía, el canto o la música llevan siglos transfiriéndose de padre a hijo pero en la familia Jobarteh, que tiene el derecho hereditario para la práctica de la kora, Sona tenía decidido su medio de expresión. “Mi cultura no hace distinción de género pero es cierto que no es algo común que las mujeres toquen”, explica la músico que siempre tuvo el apoyo de sus más cercanos. Sona Jobarteh aprendió a tocar la kora gracias a su hermano, Tunde Jegede, que actualmente dirige el African Classical Music Ensemble. A pesar de cursar estudios de cello y piano regresó a sus orígenes. Estaba expuesta a una tradición musical familiar que incluye a su abuelo, Amadu Bausang Jobarteh, su padre, Dawda Jobarteh, y a su primo, Toumani Diabaté.

La música era algo natural para mí. Nunca pensé en componer pero tampoco tuve que luchar por ello. Estaba en mis manos dedicarme a ello. Cuando crecí llegó un momento en el que tuve que abordar el hecho de que estaba tomando la kora como algo a lo que quería dedicarme profesionalmente. No como un pasatiempo”, dice.

Sus inicios estuvieron marcados por el ángulo feminista de su música. Al principio no lo tomó bien. “Yo no quería que se me viese sólo por una cuestión de género. Yo quería ser simplemente una persona que tocaba la kora”. Sin embargo, abanderó temáticas relativas a las mujeres cuando se dio cuenta de “cómo la música afecta e inspira a otras. Cada vez me siento más cómoda con esa etiqueta”.

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Historia Mínima de Gambia

Gambia formó parte del Imperio de Ghana así como del Imperio de Songhai. Los primeros testimonios escritos que se tienen de la región provienen de unos textos de comerciantes árabes del siglo IX y X, cuando los comerciantes árabes crearon la ruta transahariana comerciando con esclavos, oro y marfil. En el siglo XV los portugueses heredaron este comercio estableciendo rutas marítimas para comerciar con el Imperio de Malí al cual pertenecía la zona en la época.

En 1588, el pretendiente al trono portugués, vendió la exclusividad del comercio en el río Gambia a los ingleses, lo que fue confirmado por las Cartas Patente de la reina Isabel I. En 1618, el rey Jacobo I de Inglaterra concedió la exclusividad del comercio con el río Gambia la Costa de Oro (actualmente Ghana) a una compañía británica.

Entre 1651 y 1661, Gambia fue una colonia del Ducado de Curlandia que estaba gobernado por alemanes20​ —aunque con una población de mayoría letona— y que a su vez, fuera vasallo feudal de la Confederación Polaco-Lituana.21​ Fueron los letones de aquel ducado los primeros en establecerse en la Isla James, denominada en la época Isla Andrew hasta la conquista británica de la misma en 1661.

Durante los siglos XVII y XVIII Francia e Inglaterra lucharon por la supremacía en la región de Senegal y del Río Gambia. El Tratado de Versalles de 1783 otorgó al Reino Unido la posesión del Río Gambia salvo el enclave de Albreda que se mantuvo bajo soberanía francesa, siendo cedido a Inglaterra en 1857. Casi 3 millones de esclavos fueron enviados desde esta región a las colonias en América.

En 1807 se abolió el comercio de esclavos en el Imperio Británico intentando los británicos terminar con el comercio de esclavos en Gambia. Para ello, crearon el puesto militar de Bathurst (hoy Banjul) en 1816. Durante los años siguientes, Banjul estaba sometida a la jurisdicción del gobernador general británico en Sierra Leona. En 1888 Gambia se convirtió en una colonia autónoma y un año más tarde pasó a ser una colonia real. El país se independizó del Reino Unido en 1965.

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Sona Jobarteh, imagen de Modern Ghana. Jobarteh cree que el hecho de que toque la kora siendo mujer siempre impactará al público, sobre todo en África, acostumbrado al virtuoso masculino. “No fallará la presunción de que no sonará igual que si la tocara un hombre. Pero lo impactante es que la audiencia sea testigo de que no hay diferencia y olviden las ideas preconcebidas”, puntualiza.

Al subirse al escenario en un mundo predominantemente masculino, la músico lanza un mensaje para cambiar el discurso de que la mujer sólo puede llegar a conseguir un éxito específico. Sus composiciones, envueltas de sonidos occidentalizados hace que su música cuenten con un ritmo más arrimado al jazz, al funk. Una fórmula que estira los límites de la cultura griot.

Su primer álbum, Fasiya (African Guild Records, 2011) es una muestra de la polaridad certificada de una Sona que equilibra costumbre e innovación. Un ejemplo es el tema de apertura, Jarabi. “Es una tarea difícil porque a veces no sabes cuánto has innovado pero hay que confiar en los instintos y aproximarse a la música con un oído exterior”, cuenta la músico. Fasiya se convirtió en uno de los discos de kora preferidos de la revista Songlines junto a discos como Musique de Nuit de Ballaké Sissoko y Vincent Segal o 22 Strings de Seckou Keita. Sona Jobarteh ya trabaja en un nuevo álbum que saldrá a finales de año y del que ya se ha adelantado el single: Gambia. Un tema para celebrar los 50 años de la independencia del país del oeste africano.

Con este nuevo proyecto busco un nuevo sonido dentro de la música mandé. Es una nueva forma de tocar la kora que hará que la gente mandinga reconozca su cultura pero también acerque a los que no están familiarizados con ella”, explica. Pero su nuevo trabajo no es el único proyecto que la gambiana tiene en su mente. En enero, y junto con la ayuda de su padre, decidió abrir una escuela de música en Gambia. The Amadou Bansang Jobarteh School of Music “se ha convertido en una obsesión para crear una institución que sea el reflejo de las universidades occidentales pero estudiando allí donde la música procede. Es impresionante ver que el nivel de especialización en mandinga o en mbira en estas universidades es más alto que en Gambia, por ejemplo“, apunta Sona quien invita a todos aquellos a visitar su país. “Estudiantes de música de todas partes pueden acudir a Gambia a prepararse manteniendo los estándares académicos a los que están acostumbrados“, apunta Sona sobre unos programas ideados para occidentales y africanos.

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Sona Jobarteh performed in Weimar on invitation of the University of Music FRANZ LISZT Weimar and its UNESCO Chair of Transcultural Music Studies (TMS). The TMS Chair regularly invites artists to bring the musicology students into contact with various musical cultures for inspiration and exchange.

Sona Jobarteh is the first female Kora virtuoso to come from a west African Griot family. The Kora is one of the most important instruments belonging to the Manding peoples of West Africa (Gambia, Senegal, Mali, Guinea and Guinea-Bissau).

It belongs exclusively to griot families, and usually only men who are born into these families have the right to take up the instrument professionally. Sona Jobarteh combines various genres of African Music and western musical elements. Sonah Jobarteh – Acoustic Guitar/ Kora/ Vocals Kari Bannermann – Acoustic Guitar Andi McLean – Electric Bass/ BVs Mouhamadou Sarr – Djembe/ Congas/ Calabash/ BVs Recorded on 1 July 2015 at the «mon ami», Weimar. For further information visit: http://www.hfm-weimar.de/tms

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