Europa, Historia Política, Imperialismo y Guerra Permanente, Viejas costumbres

LLAMAMIENTO EN FAVOR DE LA REVOLUCIÓN por Karl Liebknecht

1 noviembre 1918.1

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Queridos camaradas:

Durante más de cuatro años nuestros gobernantes han participado en una guerra de pillaje por la opresión de nuestros países limítrofes. Durante los últimos diez o doce años, estos mismos gobernantes han predicado con mala saña la doctrina del “peligro eslavo”. Sembraron en nuestros corazones el miedo a los eslavos, cuando por el contrario, esto no era más que camuflaje para una agresión imperialista mayor. Como si el camino a San Petersburgo se extendiera a través de Bélgica y el norte de Francia, fueron sus órdenes las que han conducido a los ejércitos a las derrrotas. Durante estos cuatro años, nuestro pueblo y los pueblos del mundo han sangrado hasta que no pudieron sangrar más. ¿Y nosotros qué hemos ganado? ¿Hemos ganado una centésima parte de lo que nosotros y nuestros gobernantes han dilapidado en esa marcha marcial? En lugar de eso hemos perdido hasta que ya no tuvimos nada más que perder. Solo una cosa hemos ganado: el odio de la humanidad.

Y ahora, a través del presidente de los Estados Unidos de América les hemos pedido paz a nuestros enemigos. Camaradas, ahora tenemos una oportunidad apropiada en nuestro favor. Uníos. Mantengamonos juntos bajo la bandera de “la Internacional”. No os desaniméis.

Camarada, nunca fue tu guerra. Fuiste conducido por tus gobernantes a la matanza mundial. Recibe lo que mereces. Ahora te toca desechar a tus gobernantes.

Actúa de una vez. Es tu única perspectiva. Alza tus brazos y ponte de pie con un poderoso golpe al tirano, que ahora vacila. Un golpe bien dirigido ganará tu libertad en este momento, y quizás solo de alguna manera, esto compensará toda la sangre que se ha derramado durante los últimos cuatro años de tristeza.

Depón tus armas soldado del frente y abandona tus herramientas trabajador en casa. No te dejes engañar más por los gobernantes, esos patriotas de labio y especuladores de las municiones. Levantad, tomad el poder y las riendas del gobierno. Tuya es la fuerza. Te corresponde el derecho a gobernar. Responde al llamado y gana tu propia guerra por la libertad.

Durante más de cuatro años, los opresores te han utilizado como herramienta con la que llenar sus bolsillos. Más de cuatro años han ofrecido a nuestros hijos, padres, hermanos, como víctimas y han dejado pasar hambre a millones, para poder obtener ganancias de su sangre. Si hubieras ganado la guerra, habrías quedado como un esclavo indefenso; estás golpeado, pero la victoria está a tu alcance. Te toca a ti aprovecharlo.

¡Camarada! ¡Soldado! ¡Marinero! ¡Trabajador! alzaós en cada uno de los regimientos y en las fábricas.

Desarmad a los oficiales, cuyas simpatías e ideas son las de las clases dominantes. Conquistad a los caporales que están del lado del actual orden. Anunciad la caída de sus gobernantes y demostrad vuestra solidaridad. No prestes atención al consejo de los socialdemócratas del Kaiser. No te dejes guiar por políticos indignos, que te engañarán y te entregarán a manos del enemigo.

Mantente firme como lo hacen muchos genuinos socialdemócratas en sus compañías y regimientos. Aprovechad los cuarteles de tus oficiales; desármalos de inmediato. Asegúrate de que tus oficiales simpaticen contigo. Solo en caso de que lo hagan, deja que te guíen. Fusílalos de inmediato en caso de que te traicionen después de que se hayan declarado partidarios de tu causa. ¡Soldados e infantes de marina! ¡Fraternicen! Tomad posesión de las naves. Dominad primero a los oficiales. Ponéos en comunicación con los camaradas en tierra y apoderáos de todos los puertos, abrid fuego si es necesario, sobre las tropas del Kaiser.

Trabajadores de las fábricas de municiones: vosotros sois los dueños de la situación. ¡Huelga General Ya”. A partir de este momento solo debéis fabricar balas para ser usadas en contra del régimen. Las balas que hagaís nunca deberán llegar al frente. Deja de hacer bayonetas que los canallas del gobierno introducirán en tus propias entrañas. Levántate, organízate, toma las armas y úsalas contra aquellos que planean hacerte esclavo después de haber hecho una paz a su propia medida. Acabad la guerra usando las armas contra los que nos imponen la guerra y aún nos gobiernan.

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1. Publicado por Charles F. Horne (ed.),Records of the Great War, Vol. VI, National Alumni, 1923, pp. 366-368.

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